Los médicos le exigían que baje 14 kilos para que puedan realizarle un baipás gástrico y así mejorar su salud. Después de tres meses logró esta meta. Natalia Cronenbold (40), azafata EL DEBER 1993, miss Bolivia 1995 y reina del Carnaval 1997, confesó a Sociales que en abril se someterá a esta riesgosa cirugía para terminar con los desmayos constantes, los dolores de cadera y la diabetes, que le provocaron el sobrepeso.
La exreina de belleza recién cumplió 19 años de matrimonio con el exfutbolista Rubén Tufiño, con quien tiene tres hijas Taliana (18), Aitana (15) y Diaraí (8) y con el que aprendió a amar de una manera madura e incondicional. “Hemos tenido momentos difíciles, como cuando Aitana tenía toxoplasmosis, pero con Dios y amor por delante hemos sabido sobrellevar todo”, aseguró.
¿Qué queda de la miss Bolivia de 1995?
Mi esencia sigue intacta. Soy una persona muy alegre, amiguera, parlanchina, me gusta sonreír a la vida y a los problemas. Siempre he sido feliz, gracias a Dios.
¿Cómo marcaron en tu vida los reinados de belleza?
Gané mundo. Conocí a muchas personas, viajé a varios lugares, me hice más responsable e independiente, y, sobre todo, aprendí a sobrellevar el precio de la popularidad, porque así como hay gente que te demuestra su cariño, también hay quienes sobrepasan los límites de la privacidad.
¿Fue duro ser miss y reina del Carnaval?
Claro que sí, por ejemplo yo, que quería ser una buena representante, trataba de no faltar a mis cursos sobre etiqueta y protocolo, me inmiscuía en la elección de mi vestuario, me cuidaba para tener una figura armoniosa y aprendí sobre cultura general para que los medios no me tomen desprevenida ante alguna pregunta. En cuanto al reinado de la fiesta grande, lo más duro fue acudir a más de 100 eventos, en los que debía usar tacos por más de 10 horas. Mis pies terminaban deshechos, usaba trajes pesadísimos y tocados con muchas porteñas que muchas veces me lastimaban la cabeza y yo tenía que sonreír como si nada pasara, porque el público me demostraba su cariño.
¿Alguna vez imaginaste que ibas a cambiar tanto físicamente?
Jamás imaginé pesar 140 kilos. En mi época de miss pesaba 58 y mi cintura medía 58 cm, y por eso me sugerían que coma un poco más porque era muy flaca.
¿Cuándo empezaste a subir de peso?
Fue para el embarazo de mi primera hija (Taliana). De 58 kilos llegué a pesar 103. Luego de dar a luz, en vez de bajar subí más, ya que me dio ansiedad porque mi hija tenía toxoplasmosis congénita. Fueron momentos desesperantes, pero gracias a Dios ella ya está sana.
¿Qué problemas has tenido por tu sobrepeso?
Muchos, estar gorda hace que me duelan los pies, no puedo estar parada por largos periodos de tiempo, siento mucho sueño, tengo desvanecimientos, soy diabética y me angustio porque no tengo mi peso ideal (70 kilos).
En tres meses bajaste 14 kilos, un gran logro. ¿Cómo alcanzaste esta meta?
Estoy feliz porque estoy haciendo cosas que hace 14 kilos no podía hacer y todo gracias a que como de todo, pero en porciones pequeñas, tomo bastante agua, ya no consumo soda, camino diariamente 30 minutos (algo que no hacía hasta hace tres meses), no ceno y solo me doy mis gustos cuando salgo de casa para compartir con amigos y familiares.
Tuviste dos oportunidades para hacerte un baipás gástrico, ¿por qué recién decidiste someterte a esta cirugía?
Siempre le tuve miedo a las operaciones, prueba de eso es que en mis reinados nunca me hice ni un retoque estético, pero por miedosa, no porque no los necesitaba. Me costó mucho asimilar que me tendrían que cortar el estómago para mejorar mi calidad de vida.
¿Qué te dice tu familia por la operación?
Desde que ellos vieron que no estaba motivada a bajar de peso, me sugirieron hacerme el baipás gástrico y me están dando su apoyo. Por ejemplo, mis hijas mayores tuvieron un gesto muy lindo conmigo al darme sus sueldos como azafatas en la Expocruz para la cirugía. En ese momento me puse a llorar al pensar cómo se sienten Taliana y Aitana para que me hayan dado su dinero para que no tenga ninguna excusa para la operación.
¿Cuándo te vas a hacer operar?
En abril, pero debo bajar de peso lo más que pueda y hacerme varios estudios, como hemogramas completos, entre otros.
Cambiando de tema, ¿qué te parece que dos de tus hijas sigan tus pasos en el modelaje?
Estoy feliz porque ellas han decidido ser modelos y yo siempre las voy a apoyar. Además, para mí es lindo verlas desfilar, porque a través de ellas revivo los días en los que yo estaba en la pasarela y cuando fui reina de belleza.
Recién cumpliste 19 años de matrimonio, ¿qué te ha enseñado la vida durante ese tiempo?
Para que una relación sea sana hay que tener a Dios por delante, además de mucho amor, respeto, diálogo y buen humor. En este momento mi matrimonio está en una etapa muy madura y con mucha experiencia para poder sobrellevar cualquier obstáculo que se nos atraviese.
¿Cómo te enamoraste de Rubén Tufiño?
Nos conocimos en agosto de 1995, en Equipetrol, cuando salía del boliche Eureka. Él me detuvo en la puerta del local para decirme que me había visto en los periódicos. Luego de esa primera charla quedamos en reencontrarnos en la discoteca Copelia, donde ahora es la agencia de Pablo Manzoni. Recuerdo que bailamos toda la noche y al otro día fuimos al cine y luego a la casa de un pariente. Esa noche nos hicimos cortejos.
¿Fue difícil ser esposa de un futbolista destacado?
Nunca fue un sacrificio, ya que siempre disfruté y sigo disfrutando del fútbol. Verlo jugar era un deleite para mis ojos, siempre lo admiré y lo sigo haciendo. Pero como todo en la vida, no hay nada perfecto. Muchas veces a él le tocó viajar, o estar en concentraciones, pero gracias a Dios en nuestros momentos más importantes pudo estar, como el nacimiento de nuestras hijas. Sobre las fanáticas lo supe sobrellevar, ya que yo también era una persona conocida.
¿Tu sobrepeso afectó a la relación con tu esposo?
La verdad que no, Dios me mandó un marido que nunca me hizo sentir mal por mi aspecto físico.
¿Cómo hacés para mantener enamorado a un churro tan codiciado?
Quizá pueden pensar que es cursi decir que la belleza real, la interior, es la que atrae y hace que las personas se enamoren. Pero eso es cierto.
¿Qué impresión querés que la gente tenga de vos?
Me gustaría que me vean como una persona alegre, que siempre estuvo comprometida en todas las facetas de la vida
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